Existen muchas situaciones que nos forman como personas, pequeños detalles que hicieron que el redactor de éste post sea lo que es, y he aquí las que le marcaron.
Durante el año 1994 (año CERO de uso de razón para mi, antes no se como era, supongo que igual de atolondrado jaja!) recuerdo que domingo de por medio, me despertaba a las 08:00 de la mañana y ponía canal 9 y empezaba a ver: autos increíbles que llegaban a altísimas velocidades que lo único que tenían era sed de victoria: era la Fórmula1.
Además de eso, me encantaban los colores, las formas, los grandes carteles, y también, las tandas comerciales.
Quien por ejemplo no recuerda al cowboy de Marlboro corriendo por el desierto, la musiquita de fondo y que te digan «venga al sabor, venga al mundo MARLBORO..»?Todos han de recordar, o por lo menos los de mi época si.
Ese año se hacia campeón uno de los campeones mas grandes de la historia de éste deporte: Michael Schumacher. Toda una referencia mía. Y viendo todo eso nace mi primer sueño: ser piloto de F1…y MBUEHHHH
Supongo, amigo lector, que se estará matando de la risa. Tiene que comprender, que tenía cinco años, que todavía la vida era una utopía para mi.
Conforme fui creciendo ya evidentemente fui pisando tierra, pero no dejaba de ver y maravillarme con todo ese mundo colorido que representaba este deporte, y la forma que veían todas esas marcas en los autos.
Ya no solo cuando miraba las carreras me interesaban las publicidades. Cuando nos suscribimos al servicio de cable (alla por el año 1999. Gran invento para la época segun yo) miraba tambien en cualquier programa que veía. A mi familia le llamaba muchísimo la atención que yo miraba más las tandas comerciales que el programa en si.
Debo confesar que siempre me gustó la tele, para que me gustara la F1 tanto, tuvo que haber un vehículo, un medio, y ese era la Tv.
Como no sabía nada acerca del marketing y la publicidad, y solo quería estar en la tele, salió mi segundo sueño (y hasta ahora tercer amor): el de ser periodista.
Usted ya notará mi crecimiento al querer elegir una carrera mas coherente, y en realidad si hubiese sido mas constante la hubiera elegido..pero había un gran problema: el idioma.
Mi familia es de origen peruano (por ende, CERO guaraní) y yo no tenía mucha base del idioma (grave falencia si tenemos en cuenta el «bilingüismo» paraguayo); si quisiéramos entrar en la tele y empezar siendo notero o cronista hay que estar bien capacitado en las dos lenguas, cosa que yo no tenía. Fue ahí cuando volvió la utopía diciendo: «pero ni bien termine mi carrera ya me iré a Londres a la BBC»..y MBUEHHH..
Evidentemente la idea no prosperó, y con la frustración me tuve que buscar otra vocación que pueda hacer cumplir mis sueños.
Durante ese tiempo pasaron otras ideas locas por mi cabeza: astronauta, astrónomo (no astrólogo), ingeniero informático (?). Hasta probé en el CTN informática, pero gracias a DIOS, no ingresé.
Y digo Gracias a DIOS que no ingresé porque por fin pude encontrar una carrera que me permita ensamblar todo lo que me gustaba de niñez. Todos aquellos detalles que hacen que la comunicación comercial sea más efectiva en un producto que en otro. Toda la creatividad desparramada para que el anunciante pueda vender más. Quería ser publicista.
Así que el camino para poder llegar a ese título lo dividí en dos partes: la primera (la que estoy haciendo) es de estudiar marketing. Y luego, una vez que termine, seguiré comunicación audiovisual. Todo éste proceso, para luego poder «auto titularme» Comunicador Comercial.
Mis pretensiones nunca bajaron, solo que se pusieron a disposición de mi DIOS, y el comprendió lo mejor para mi.
Una vez más LE agradezco todos esos detalles que hicieron posible la elección de mi estilo de vida, y por sobretodo, tan joven, tan pretencioso. Porque grandes decisiones empezaron por esos simples detalles hasta imperceptibles.
DIOS no nos va a dejar de llamar. Siempre va a haber un llamado para usted, amigo lector, téngalo por seguro.